Video: El Polaco Goyeneche cantando Cafetín de Buenos Aires

Este video tanguero es también un testimonio no sólo cinematográfico sino musical de gran valor.
En efecto, aquí podemos ver a Roberto "El Polaco" Goyeneche en una gran interpretación -quizás su mejor performance- del tema de Discépolo que musicalizara Mores.
Testimonial, sensible y profunda, la letra de este emblemático tango porteño describe un Buenos Aires del siglo XX que ya no existe.
Donde hoy se extienden las tanguerías y restaurantes con show de milonga en tal época tenía lugar el encuentro de porteños en busca de socialización que en el estaño, el billar y las mesas desplegaban una serie de actividades que reflejan muy bien el sentir de una época, de modo cabal.

El conspico porteño dado al rubato, hincha de Platense y recordado en las calles y paredes del barrio de Saavedra muestra además ciertos detalles y claroscuros del mundo de los cafetines de un Buenos Aires donde se hablaba de lejanas guerras y se pasaba el tiempo, como precisamente que allí se desarrolló el tango porteño urbano de los comienzos del siglo XX, siendo muchos de ellos el sitio donde se forjaron historias luego narradas en el cancionero porteño, tanto como lugar de encuentros e inspiración de vates tangueros como así lugares de reunión donde muchos de estos cantores se hicieron conocidos y forjaron las leyendas que hoy se asocia con ellos, incluyendo la del propio Polaco de cuya gran versión de Cafetín de Buenos Aires disfrutamos.

Letra de Cafetín de Buenos Aires

Cafetín de Buenos Aires (letra de este gran tango argentino)

Este es un tango muy conocido o popular, cuya letra presentamos.



De chiquilín te miraba de afuera

como a esas cosas que nunca se alcanzan...

La ñata contra el vidrio, en un azul de frío,

que sólo fue después viviendo igual al mío...

Como una escuela de todas las cosas,

ya de muchacho me diste entre asombros:

el cigarrillo,

la fe en mis sueños

y una esperanza de amor.

Cómo olvidarte en esta queja,

cafetín de Buenos Aires,

si sos lo único en la vida

que se pareció a mi vieja...

En tu mezcla milagrosa

de sabihondos y suicidas,

yo aprendí filosofía...

dados... timba...

y la poesía cruel

de no pensar más en mí.

Me diste en oro un puñado de amigos,

que son los mismos que alientan mis horas:

(José, el de la quimera...

Marcial, que aún cree y espera...

y el flaco Abel que se nos fue

pero aún me guía....).

Sobre tus mesas que nunca preguntan

lloré una tarde el primer desengaño,

nací a las penas,

bebí mis años y me entregué sin luchar.



Letra de Enrique Santos Discépolo

Música de Mariano Mores

Cafetín de Buenos Aires es altamente representativo de lo tanguero y lo porteño, y esta letra muestra el sentimiento y el estilo propio del tango argentino.